Usar teclado, touchpad o mouse ya no constituye una necesidad primordial para navegar por diversos programas de software. Más allá de estos instrumentos, primordiales para nuestras labores, la tecnología está permitiendo que los humanos establezcan interacción con sus programas informáticos sin necesidad de utilizar estos dispositivos periféricos. Ahora podemos ejecutar comandos y acciones a través de movimientos gesticulares con nuestras propias extremidades: el cuerpo mismo se convierte en el control de mando.
Si bien la noción de Interfaz Natural de Usuario está centrada en el uso de pantallas táctiles con los dedos, debemos comprenderla como una tecnología en evolución que busca facilitar la interacción entre máquinas y personas a partir de una forma más dinámica. Motivo que la convierte en una de las invenciones más importantes de los últimos años, permitiendo a los usuarios contar con herramientas de navegación que contribuyen a la toma de decisiones y la comunicación entre pares.
Los smartphones fueron los primeros dispositivos en implementar la Interfaz Natural de Usuario en sus sistemas operativos: la tercera generación de telefonía móvil trajo consigo la posibilidad de navegar mediante comandos ejecutados directamente con movimientos de los dedos pulgares e índices, fuera del uso de los teclados análogos o las funciones manuales inauguradas por la primera y la segunda generación de teléfonos.
A partir del precedente sentado por la tercera generación de telefonía móvil, comenzó la evolución gradual de una navegación diferente: incrementó la sincronización entre los movimientos corporales y la recepción de los dispositivos, empezó la implementación de comandos de voz para solicitar acciones al sistema operativo, así como sus avances permitieron el reconocimiento de gestos faciales y otras acciones corporales que desembocaron en lo que hoy llamamos interfaz natural de Usuario (natural user interface o NUI, por sus siglas en inglés).
En la actualidad es posible encontrar estos mecanismos NUI en sistemas operativos como Android, iOS, Tizen, MeeGo y Windows Phone, alcanzando una gran acogida entre los usuarios que prefieren esta tecnología sobre otras. Entre las características más representativas de la Interfaz Natural de Usuarios, presente en estos sistemas, destacamos el manejo intuitivo, la versatilidad del diseño y la autenticidad de la interacción: rasgos que no perderán vigencia, aunque surjan nuevos avances en esta materia.
Otro factor a tener en cuenta es la alta comercialización de dispositivos con interfaz natural de usuario, motivo que termina incrementando la popularidad de esta tecnología en todo el mundo. Así mismo, empresas como Google, Apple o Amazon han innovado esta tecnología con la creación de productos o servicios de asistencia por voz con interfaces de navegación que cumplen con los criterios de navegación intuitiva, versatilidad e interacción. En la misma línea podríamos mencionar ejemplos como Siri, Ok Google o Alexa, asistentes de voz que resultan ser herramientas de gran utilidad para las interfaces naturales de usuario.
También cabe mencionar la interesante combinación entre realidad virtual y las interfaces naturales, una iniciativa que promete marcar tendencia al permitir una exploración diferente en tres dimensiones. Sin duda, cabe resaltar que esta unión de funcionalidades y estilos se encuentra en una fase muy prematura, y hablar de ella sería caer en terrenos de especulación. No obstante, existen importantes referencias en esta materia que podrían ilustrarnos la idea de unir las interfaces naturales de usuario con la realidad virtual: la implementación de una navegación inmersiva, similar a un holograma, para enriquecer la experiencia táctil y el trabajo del usuario.
Así mismo es posible mencionar que la Interfaz Natural de Usuario es compatible con otras tecnologías de la interacción: la inteligencia artificial, la realidad aumentada y el internet de las cosas. Cada una de ellas puede revolucionar la forma en que las personas navegan, pues no sólo implican nuestros mandos gesticulares sino un conjunto de herramientas que prometen alcanzar niveles de funcionalidad e interacción nunca vistas.
Sin duda, la creación de nuevas experiencias interactivas es uno de los grandes retos que tiene la Interfaz Natural de Usuario en los próximos años. Y pese al avance incipiente que el mundo de la tecnología ha logrado en esta materia, aún queda mucho por alcanzar en términos de investigación como base para el desarrollo de las siguientes fases de la Interfaz Natural de Usuario. Por ahora, hay que aclarar que esta tecnología de navegación debe cumplir con criterios de calidad, satisfacción, experiencia y usabilidad, siempre poniendo a nuestros clientes en el centro de la atención.
En todo caso, las tecnologías NUI deben esforzarse por convertir la experiencia de navegación en una interacción que se simule la vida cotidiana de una persona en su respectivo entorno natural. Así podremos obtener fluidez en la relación humano-ordenador, capaz de garantizarnos funcionalidad y eficiencia en el desempeño de nuestras actividades empresariales, laborales o académicas.