La conectividad y el uso de dispositivos móviles se encuentran actualmente en su máximo furor, muchas personas han dejado de verlos como un lujo para convertirlos en una necesidad, es muy común ver a las personas haciendo uso de teléfonos móviles para acceder a sus aplicaciones y redes sociales, conectados a una red de internet ya sea por medio de wifi o un plan de datos. Según un estudio realizado a principios del año 2019 por Hootsuite y We are social, publicado en “The Global State of Digital in 2019 Report (https://hootsuite.com/pages/digital-in-2019#accordion-115547), el 67% de la población mundial son usuarios de telefonía móvil, asimismo, el 52% accede a servicios de internet por medio de sus teléfonos móviles.
Sin embargo, en muchas ocasiones estas conexiones pueden verse afectadas por diferentes factores como la ubicación geográfica en la que la persona se encuentre, fallas en la señal del proveedor de telefonía, en el alcance del wifi o simplemente por la finalización del plan o paquete de datos adquirido. Haciendo que acceder a las funcionalidades de algunas aplicaciones sea imposible; es en ese momento que empieza a manifestarse la importancia de desarrollar aplicaciones que incluyan funcionamiento offline.
Una aplicación con funcionalidades offline es aquella a la cual se puede acceder sin necesidad de que el teléfono esté conectado a una red. El funcionamiento general de este tipo de aplicaciones se da por medio de la sincronización de información, la cual se carga en los momentos en los que el dispositivo o la App está conectada a internet, para así en aquellos en donde no se cuente con una conexión, la información que se cargó por última vez se muestre al usuario. Es decir, la información mostrada en los tiempos donde la App funciona en modo offline no está actualizada en tiempo real.
Este tipo de funcionalidad suele ser mucho más efectiva e implementada en aplicaciones nativas o que requieren descarga, pues a pesar de que en las aplicaciones web también es posible hacerlo, por la forma de acceder a ellas a veces puede presentar dificultades, esto debido a que el ingreso se hace generalmente desde el navegador. En cuanto a las funcionalidades que pueden implementarse de forma offline son diversas, aunque algunas son más sencillas y prácticas que otras. Por ejemplo, una App para uso empresarial, en un entorno operativo y que requiera de un constante movimiento de información, como una App de compras no sería una opción muy viable, puesto que este tipo de actividades requieren acceso a los datos actualizados a tiempo real, mientras que una en la que la información se mantenga más estática como por ejemplo los catálogos de productos, podría ser una mejor opción pues son elementos que no varían con tanta frecuencia. Por tal razón lo ideal es que las aplicaciones no se desarrollen para funcionar completamente offline, sino que se implementen algunas funcionalidades, información o acciones que puedan estar disponibles aún sin conexión a internet
En conclusión, la importancia de desarrollar aplicaciones con funcionalidades offline se centra en la satisfacción y fidelización de sus usuarios, pues se les brinda un servicio constante y disponible en cualquier momento. Es una forma de demostrarles que como empresa o App existe un interés en beneficiarlos y en satisfacer sus necesidades; logrando así conseguir un valor diferencial y generar preferencia de esta frente a otras aplicaciones del mercado.
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