Continuando con temas relacionados a la inteligencia de negocios, encontramos otro concepto o herramienta, esta vez hablaremos sobre los
cuadros de mando integral (CMI), también conocidos como
Balanced Scorecard (BSC) o Dashboard; es una
herramienta de control y gestión empresarial que ayuda a monitorizar los objetivos empresariales establecidos en cualquier área de la compañía, esto con el fin de hacer seguimiento y encontrar una forma de cumplir las estrategias establecidas; para de este modo poder medir los avances de la empresa y los resultados obtenidos.
Los cuadros de mando integral
funcionan bajo unos indicadores de control, estos permiten que la empresa alinee los recursos y el personal hacia la dirección deseada para el cumplimiento de los objetivos, esto gracias a la información que los indicadores generan constantemente, tanto de datos financieros como de información general. Estos indicadores deben también ligarse a unos planes de acción en donde se establecen las actividades a ejecutar por parte de los colaboradores y de esta forma alinear sus comportamientos a las estrategias empresariales.
Se debe tener en cuenta que
los Cuadros de mando integrales a diferencia de otras herramientas de Inteligencia de negocios
son herramientas más encaminadas al seguimiento y monitorización de indicadores que al análisis de información, aunque si se relaciona o hace parte de las acciones para mejorar la toma de decisión.
Los CMI clasifican la información en indicadores financieros y no financieros, además los objetivos estratégicos se deben realizar bajo ciertas perspectivas:
- La perspectiva financiera, enfocada a la percepción que genera la empresa para los accionistas.
- La perspectiva de desarrollo y aprendizaje, orientado en la necesidad de la empresa de mejorar y mantenerse en constante cambio con el objetivo de alcanzar su visión.
- La tercera es la perspectiva del cliente, en esta los esfuerzos deben irse hacia la satisfacción de estos y el mejoramiento de la percepción de la empresa ante ellos.
- Por último, encontramos la perspectiva interna o de procesos la cual se encamina a la mejora en los procesos, así como en la definición de los nuevos que se deban aplicar para el cumplimiento de los objetivos y desarrollo de estrategias.
Después de establecer los objetivos de cada perspectiva se deben definir los indicadores o
KPI´s que se utilizarán para el seguimiento de dichos objetivos y para el posterior análisis de resultados; lo ideal es que los indicadores por cada área sean pocos, para así evitar la dispersión de la información y disminuir la probabilidad de no alcanzar el cumplimiento de ellos.
Por otro lado, los
cuadros de mando integral se pueden implementar de diferentes formas, siendo los sistemas de software de los más eficientes para esta actividad. Los beneficios de esta herramienta son variados, permiten identificar que actividades son beneficiosas y cuales perjudican el funcionamiento de las compañías tanto a corto como largo plazo; también posibilita identificar las acciones del plan que están siendo ejecutadas de forma errónea, permite planificar con anterioridad las estrategias de diferentes áreas y a cualquier plazo temporal y brinda información relevante e importante para que los ejecutivos puedan tomar acciones decisivas para la compañía con facilidad y basados en información real.
En conclusión, el CMI es una herramienta de gran poder para las decisiones relacionadas con las estrategias empresariales tanto de grandes como de pequeñas empresas, pues puede ser adaptada según las necesidades de estas, logrando además que en un solo informe se visualice la información de las diferentes áreas de la compañía, permitiendo una gestión mucho más efectiva y mostrando el avance de la empresa en la implementación de sus estrategias.
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