El Procesamiento de información en la nube suele convertirse en una tarea frecuente dentro de diversas empresas y organizaciones. Aunque adquiera mayor relevancia, esta dinámica se torna cada vez más compleja por la evolución y crecimiento de los datos (fenómeno que surgió gracias a los nuevos dispositivos conectados al internet de las cosas y a las industrias altamente tecnificadas). A consecuencia de este panorama de crecimiento de la información, los modelos centralizados de computación en la nube necesitan diversificarse y cualificarse. Por esta razón nace el edge computing (conocido como cómputo al borde o centro de datos en el límite), un modelo que nació para optimizar “la nube” y sus mecanismos de procesamiento.
El edge computing no es más que la implementación de centros de datos que trabajan “al borde” o cerca del usuario, cualificando así el funcionamiento tradicional de la computación en la nube. Dicho mejoramiento crea un ambiente necesario para soportar gran cantidad de datos que generan los nuevos dispositivos modernos, tales como los smartphones de quinta y sexta generación. En ese sentido, el edge computing se presenta como una solución de cercanía frente a la centralización de datos que aún domina en los servicios de procesamiento de la nube. Entre los rasgos más importantes que conforman esta novedosa tecnología, destacamos a continuación los que definen su modelo de computación descentralizado.
Seguridad en la transferencia de la información
Una de las ventajas del edge computing es sustituir los servidores habituales por tratamientos individuales de la información. Situación que genera un incremento gradual de la seguridad de los datos al ser tratados de forma más cercana, bajo procedimientos que protegen al conjunto de los datos. También cabe precisar que los mecanismos habituales de computación en la nube se ven mejorados por este grado de seguridad, debido a que la información no queda expuesta de forma prolongada en internet, evitando posibilidades de riesgo frente a ataques cibernéticos.
Latencia reducida e inmediatez de procesamiento
En ocasiones es habitual encontrar ralentizaciones de la información a causa de problemas en la red o en el equipo de trabajo, situación que implica la pérdida de tiempo y recursos. No obstante, la tecnología del edge computing erradica los retardos en la red y los tiempos de respuesta (también denominados “latencia”), acelerando el procesamiento y carga de los datos en tiempo real. Así mismo, este incremento de velocidad asegura la eficiencia entre los colaboradores y analistas de datos que trabajan de forma constante con transferencias y cargas pesadas de bases de datos.
Cercanía y proximidad
El edge computing ofrece una infraestructura cercana de procesamiento de datos que se complementa con el renombrado internet de las cosas (IoT), una nueva tendencia en el que los objetos de la cotidianidad establecen conexión a internet y generan datos sobre su funcionamiento. Se trata de una tecnología que motivó el surgimiento de la computación de proximidad como fundamento del edge computing, permitiendo así un mayor control de los datos al ser gestionados de forma cercana en pequeños datacenters, ubicados de forma descentralizada a pocos metros de los dispositivos IoT.
Optimización de operaciones y recursos
Trabajar con datos a través del edge computing implica evitar el envío de algunos de ellos para su procesamiento en la nube. En consecuencia, resulta posible liberar muchos recursos de conexión a internet al no depender de ella, situación que mejora el trabajo de los analistas de datos que procesan grandes volúmenes de información. Además de esta ventaja, el edge computing ofrece la posibilidad de establecer sincronizaciones offline entre los datacenters y los dispositivos de los usuarios.
Trabajo local
Almacenar, extraer y gestionar recursos offline desde tu computadora es otra de las cualidades del edge computing. Al no requerir las configuraciones de la computación en la nube, podemos establecer conexión para desarrollar trabajos locales que no dependan de la red en su totalidad, rasgo que resulta oportuno para aquellos analistas que deben trabajar con recursos que no se encuentren relacionados con la red, posibilitando mayor dinamismo y sincronía. En el mismo sentido, cabe destacar que esta cualidad no está pensada para todos los gestores de datos, pues resulta de gran relevancia para quienes desarrollen trabajos locales.
El edge computing revolucionará la forma en que entendemos el funcionamiento de la informática y la tecnología. Sus aportes no se limitarán al mejoramiento de la computación en la nube, sino que logrará establecer las bases de una nueva era de la conexión, brindando los fundamentos para que emerjan nuevas tecnologías y dispositivos que en la actualidad no existen.